domingo, 10 de abril de 2011

Construir un castillo de arena...

Ahora que llega el buen tiempo, ahora que es un buen momento para abarcar un gran proyecto, ahora que por una vez en la vida hay con quien compartirlo. Ahora es el momento de crear mi castillo de arena, construirlo tal y como quiero, revisando grano por grano de arena, algo tedioso lo sé, algunos dicen que estoy loco, los mismos que no tienen castillo o ya lo compraron hecho según unos estándares en los que nadie personalizó sus sueños y necesidades.

Cada día añado unos cuantos granos de arena, es lento lo sé, pero no tengo prisa porque tengo toda una vida por delante para construirlo. Me está costando sangre y sudor, aunque no pueda dedicarle mucho tiempo paso horas y horas elaborando el esquema en mi mente para que todo sea perfecto.

Cada vez hay menos personas que se merecen entrar, ya han caído muchos y aunque quedemos pocos para disfrutarlo sé que prefiero solo tener cerca a los mejores amigos y personas de confianza.

El día que lo termine de construir alojaré en él la mayor fiesta para que los invitados vean lo orgulloso que estoy de tenerlo y haber culminado la creación gracias a un gran esfuerzo y dedicación. Mientras tantos aquellas personas no deseadas observaran las luces y música con una terrible envidia que les corroerá por dentro.

Y todo ello será para compartirlo con mi dama de los ojos azules, porque ella resplandece sobre todas las cosas y porque ella saca lo mejor que hay en mí, ese castillo será para encerrar tiempo para ella. Ese castillo, aunque de arena, será una fortaleza para nosotros proteguiendo nuestras mentes, cuerpos y corazónes en su interior.

El Caballero del Tiempo Perdido.