jueves, 18 de noviembre de 2010

El extraño viaje.

Sentado en el banco de una estación despertó, confundido se preguntó como había llegado hasta ese lugar. De pronto vió a una joven mujer que llevaba puesto un vestido largo con volantes en la falda, su color crema no destacaba mucho pero si le daba una aire de seriedad. Un mayordomo metía su equipaje en el penúltimo vagón de una ruidosa maquina de vapor.

Pero, ¿Dónde se encontraba? ¿Éra un sueño? Metió la mano en sus bolsillos buscando su télefono movil pero no estaba, en el arcaico traje que llevaba solo habia un reloj de bolsillo antiguo de oro, una especie de papel arrugado y una llave de tamaño considerable. En ese momento se escuchó el ultimo aviso del tren que se disponia a salir, dos policias atravesaban el gran portón del anden y uno de ellos lo señaló.

Aún no estando seguro de lo que ocurría sintió que debía de huir por lo que se apresuró a subir al tren que ya estába en movimiento, desde el último vagón observaba como los dos policias se agitaban y gritaban. Una vez se sintió a salvo se sentó, examinó a su alrededor y decidió segir hacia adelante y llegar a la maquinaria para ver si se despertaba de este absurdo sueño.

El último vagón se encontraba vacío se acercó a la puerta para abrirla pero esta se encontraba bloqueada. Desde el cristal volvío a ver a la mujer del vestido que mantenía una fuerte discusión con el mayordomo, este sacó una especie de trabuco de su chaqueta.

Sin volver a saber porque, empezó a forzar la puerta para auxiliar a la mujer. Desesperado sacó del bolsillo el reloj y enrollando la cadena de oro en su puño rompió el cristal para desbloquear la puerta. Corrío hasta donde se encontraban ambos y con el puño ya ensangrentado golpeo al mayordomo en el momento que se disponia a apretar el gatillo, con tal mala suerte que la bala le alcanzó en el hombro. La mujer corrió hacia a él, le empujó y arrancó el reloj de su mano ensangrentada y se arrodillo ante el mayordomo que yacía incosciente en el suelo.

Sin entender aún menos pasó al siguiente vagón mientras la mujer besaba al mayordomo. Mientras intentaba seguir adelante para despertar, empezó a sentirse debil y cada vez le costaba más seguir. Cayó al suelo, intentó seguir arrastrandose pero no le quedaban fuerzas, tendido boca arriba usó las fuerzas que le quedaban para sacar del bolsillo la llave y el papel. Introdujo la llave en el orificio dónde habia penetrado la bala, y usandola de palanca consigió sacar la bala redonda, la colocó sobre el papel que absorbió la sangre que aún quedaba en la bala dejando ver un grabado que había sobre ella, su propio nombre. Cerró el puño ensangrentado con el papel y la bala y se desmayó.

Se despertó de un sobresalto en su cama, las gotas de sudor bajaban por su rostro. Llevaba un par de días en cama enfermo con fiebre. Volvió a reposar su cabeza en la almohada y cerro los ojos.....

Dedicado a una gran amiga, Una Dama contemporánea.

El Caballero del Tiempo Perdido.

4 comentarios:

  1. pues la verdad que mola el texto eeh! pero un poco raro... se nota q estas malo, t esta afectando a la cabeza!!
    a ver cuando actualizo yo!! ^^

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  2. la fiebre, provoca sueños extraños o permite un contacto más directo con el subconsciente xDDD A saber....

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  3. me gusta, como siempre ^^ pero sigue la historia!!!!

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  4. xDD me gustan los finales abiertos jajajajajajaj si tengo tiempo ire poniendo mas relacionadas, komo en el otro blog.

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