Un día ella llegó, y aunque en un principio no llamó mucho la atención. Con el tiempo se acabó convirtiendo en una dama.
Sin poder resistirse, él acabo regalandole esas cuatro paredes azules, con miedo a que se perdiera en la oscuridad de su interior o que ni siquiera aceptara su regalo o que no lo valorara como el gesto se merecía.
Él espero frente a ella la reacción. Ella se acercó y le besó, en aquel momento todas las ventanas de la habitación se abrieron de golpe y al entrar toda la luz se pudo apreciar el color azul de las paredes, que a pesar de todo presentaban grandes humedades y moho, en algunos lugares rajas profundas que iban desde el techo hacia el suelo.
Ella le dijo: "Hay mucho trabajo por hacer". Entonces atravesó la sala y con cada paso ambos lados de la habitación se regeneraban y recuperaban su azul inmaculado. Una vez llegado al final se apoyó en la pared y le dijo "Acercate". Él todavía petrificado por lo que acababa de ver mientras ella levantaba su largo vestido azul para dejar a la vista uno de sus muslos.
¿Estaría ante su verdadera Dama Azul o solo la estaba idealizando?
El Caballero del Tiempo Perdido.
lo mejor es que todo es azul =O
ResponderEliminarxDD si, como mi coche xD
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